Los niños de la ‘casa de los horrores’ también culpan a su madre de maltratarlos

Las primeras denuncias que sacaron a la luz el maltrato de ocho menores de 14 años en la llamada casa de los horrores en Colmenar Viejo (Madrid), hacían referencia al presunto maltrato del padre hacia los niños. Fue durante las declaraciones preconstituídas de los menores cuando estos niños también culparon a su madre de los malos tratos que sufrían. Sus testimonios precipitaron el arresto de la progenitora, ahora en libertad, aunque investigada por abandono y maltrato a sus hijos. El padre se halla en la misma situación, además de acusado de trato vejatorio a su esposa y de un delito de hurto ante la gran cantidad de material sanitario que hallaron en su casa.

Las declaraciones de los menores inculpando a su madre han sido grabadas y los niños no tendrán que volver a declarar en un futuro juicio oral. Los menores no sólo señalaron a su padre, también contaron los presuntos malos tratos de su madre hacia ellos. Igualmente, hicieron un relato pormenorizado de las condiciones en las que se desarrollaba su vida en el chalet adosado familiar de la localidad madrileña de Colmenar Viejo.

Allí, la Guardia Civil se encontró, según sus palabras, una vivienda en condiciones de «insalubridad» total. Aunque el chalet disponía de cuatro dormitorios, uno de ellos lo ocupaba el matrimonio, otro dormitorio servía de despacho al padre, y en el tercero se hacinaban los ocho niños en literas mientras el cuarto dormitorio estaba ocupado por montañas de bolsas de plástico llenas de ropa usada y objetos inservibles. Sólo uno de los tres baños de la casa estaba en condiciones de funcionamiento. La cocina tenía una capa de suciedad acumulada durante años, lo mismo que el microondas, no apto para recibir ningún tipo de alimento en su interior.

El padre, médico de las Urgencias de un hospital madrileño, castigaba a sus hijos golpeándoles con un cinturón y una vara de bambú, según la Guardia Civil. Los padres también castigaban a los niños encerrándolos de noche en el garaje durante horas, según el testimonio de los vecinos que escuchaban sus llantos a horas intempestivas. Otros vecinos cuentan que castigaban a los niños expulsándoles a la terraza de la casa durante un periodo similar.

Fueron las continuas faltas de asistencia en el instituto y en el colegio a los que asistían los menores, las que levantaron las sospechas de los profesores. Finalmente, durante unas jornadas sobre el maltrato en el instituto al que asistían la mayor de las menores, esta se abrió y comenzó a explicar a su tutor la situación que vivían en su casa tanto ella como sus hermanos menores.

Ambos centros educativos terminaron denunciando la situación a la Guardia Civil que comenzó a vigilar a la familia y sus rutinas. El pasado 29 de marzo los guardias acudieron a la casa acompañados de especialistas del Ayuntamiento de Colmenar para atender a los menores, y detuvieron a los padres. Ahora ambos están en libertad con la condición de investigados, han perdido la custodia de temporal de sus hijos y los menores se hallan en un centro de acogida de la Comunidad de Madrid.